«Jair Bolsonaro no tiene foro privilegiado, por lo que es parte de la investigación, fue una solicitud de la PGR (Procuraduría General de la República). Será inquirido y está sometido a todo procedimiento como cualquier ciudadano brasileño y las indagaciones avanzarán», confirmó a TV 247 el interventor en la Seguridad Pública del Distrito Federal, Ricardo Cappelli.
Resulta más grave, precisó Cappelli, que «Brasil sabe que, parte de todo lo sucedido obviamente, tiene una inspiración intelectual, por lo menos, directa en Jair Bolsonaro».
Denunció que el exmilitar «pasó años atacando al Supremo Tribunal Federal (STF), a las instituciones democráticas. Es él quien insiste en intentar deslegitimar la elección del presidente (Luiz Inácio) Lula (da Silva)», apuntó.
Para el mediador, «Bolsonaro sirve de inspiración para los terroristas que intentaron dar un golpe de Estado e imponer un régimen militar», el 8 de enero en esta capital.
La Fiscalía General anunció el 13 de enero que pidió al STF que incluya al excapitán del Ejército en la investigación sobre autores intelectuales e instigadores de actos de terrorismo.
Un día antes, el Ministerio Público Federal demandó la apertura de una indagación sobre las acciones golpistas ocurridas en Brasilia, donde los extremistas penetraron y saquearon el Congreso Nacional, la Corte Suprema y el Palacio del Planalto, sede del Poder Ejecutivo.
Ahora, corresponderá a la timonel del STF, ministra Rosa Weber, analizar la solicitud y decidir si abre o no la pesquisa o se encamina el pedido a otro ministro del juzgado superior.
La demanda del jueves pasado no mencionaba al exparacaidista, pero decía que el órgano quería investigar a todos los que atacaron las urnas, insinuaron fraudes electorales, deslegitimaron a quien ganó la elección, y estimularon embestidas contra el Supremo, «aun estando en el exterior».
Por vez primera, el exgobernante, quien disfruta de vacaciones en Estados Unidos, queda incluido oficialmente en una investigación relacionada con las invasiones y hechos subversivos protagonizados por grupos radicales bolsonaristas (seguidores).
Al menos 79 fiscales y subprocuradores enviaron al procurador general Augusto Aras una representación penal contra Bolsonaro por el llamado delito de incitación y que sea escudriñado en el ámbito de las fake news (noticias falsas), los actos antidemocráticos y las milicias digitales, casos bajo supervisión del STF.
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