Los rojiazules dirigidos por Christophe Galtier, a quien medios franceses consideran incómodo con la gira, realizarán en el Khalifa Stadium de Doha un entrenamiento abierto al público, unas 20 mil personas, antes de continuar el periplo de invierno en Riad, Arabia Saudita, donde jugarán con una selección local capitaneada por el portugués CR7.
El partido de mañana contra el Riyadh Season, integrado por los clubes Al-Nassr, que fichó a Cristiano, y Al-Hilal, responde a un compromiso contractual pospuesto el año pasado por la pandemia de la Covid-19.
Como era de esperar, el encuentro genera gran expectativa por la reedición de los duelos entre Messi, de 35 años, y Cristiano, de 37, otrora estrellas del Barcelona y del Real Madrid, respectivamente, los dos mejores y más laureados futbolistas de lo que va de siglo.
Según medios franceses, entre ellos Le Parisien, Galtier hubiese preferido más descanso para los jugadores del PSG, sobre todo por el mal momento que atraviesa el club en la Ligue1, en la cual ha visto reducida su ventaja en la cima tras perder en dos de sus tres salidas a la cancha este año, en Lens (1-3) y Rennes (0-1).
Los capitalinos están a cuatro semanas del comienzo de los octavos de final de la Liga de Campeones frente al muy difícil Bayern de Múnich, cruce de ida en el Parque de los Príncipes en el que necesitarán a un tridente Mbappé-Messi-Neymar en óptima forma.
La estancia en Qatar, donde el club cumplirá compromisos publicitarios, representa el regreso de Messi al país que hace un mes lo vio coronarse campeón del mundo con Argentina.
El PSG espera que la gira le aporte unos 15 millones de euros.
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