El ministro Domingo Emanuelli Hernández sostuvo que tal práctica, detectada desde el año 2012, incrementó el coste de la insulina hasta mil 200 por ciento de su precio original.
Al actuar a nombre del gobierno puertorriqueño, el funcionario anunció la presentación de la demanda en el Tribunal de Distrito de Estados Unidos en San Juan contra los fabricantes de insulina Eli Lilly & Co., Eli Lilly Export, Novo Nordisk Inc., Sanofi Aventis.
Además, se procedió contra los administradores de beneficios de farmacia (PBM, siglas en inglés) Express Scripts, Inc., CaremarkPCS Health, Caremark Puerto Rico and OptumRx, Inc., que controlan la mayor parte del mercado estadounidense.
Los PBM son empresas subcontratadas por las aseguradoras de salud para manejar las compras y autorizaciones de medicamentos recetados a los pacientes, por lo que controlan el listado de fármacos cubiertos por las pólizas de seguros, pues tienen discreción para determinar cuáles se incluyen o excluyen del formulario.
“Nos parece un abuso hacia una población vulnerable en la isla, por lo que Justicia peleará por los pacientes para defender sus derechos, su bolsillo y acceso a la salud”, estableció el ministro de Justicia, al destacar que aproximadamente el 30 por ciento de la población de Puerto Rico sufre de diabetes y dependen del tratamiento de la insulina para vivir.
El secretario de a Oficina de Asuntos Monopolísticos (OAM), Guarionex Díaz Martínez, explicó que los PBM comenzaron a implementar la táctica de requerir que los fabricantes de insulina les ofrecieran reembolsos y de amenazar a los fabricantes con la posible exclusión de su producto de insulina del formulario de medicamentos.
“Los fabricantes incrementaron sus precios para mantener su margen de ganancia, brindándole a los PBM reembolsos cada vez mayores, con el fin de que estos incluyeran su producto o les otorgaran preferencia. Mediante este esquema, se creó un incentivo enorme para que los fabricantes inflaran el precio artificialmente con el único propósito de ser incluido en una posición favorable en el formulario del PBM”, explicó Díaz Martínez.
Afirmó que los PBM retienen gran parte de esos reembolsos, por lo que no se han traducido en costes más bajos para los pacientes. Todo lo contrario, los pacientes han tenido que costear el creciente aumento en precios, ya sea a través de copagos porque se exceden del límite de sus cubiertas o porque simplemente no cuentan con un plan médico.
Por ejemplo, si el precio del producto de insulina se fijaba en 100 dólares, y un PBM quería un reembolso de 40, el fabricante aumentaba el precio de lista a 140 para poder otorgarle el reembolso de 40 al PBM y mantener la ganancia que generaría al dejar el costo en 100 dólares.
“Para que tengan una idea del efecto del esquema, mientras que en Estados Unidos y Puerto Rico el precio de la insulina producida por Eli Lilly puede fluctuar en los 300 dólares, en Canadá cuesta 30.00 aproximadamente”, añadió Díaz Martínez.
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