Según la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA), el número de artefactos decomisados es el más alto en la historia de dos décadas de esa agencia y representa un incremento de casi el 10 por ciento con respecto a los cinco mil 972 aparatos confiscados en 2021.
El Aeropuerto Internacional Hartsfield-Jackson, en la ciudad de Atlanta (Georgia), fue donde los agentes encontraron la mayor cantidad de dispositivos letales, con un total de 448.
Mientras, en las terminales del Aeropuerto Internacional Dallas-Fort Worth (Texas) hallaron 385; en las del George Bush, también de ese estado, 298; en las de Nashville (Tennessee) 213; así como 196 en el Sky Harbor (Arizona).
De acuerdo con la política de TSA, las personas que lleven armas cargadas o con munición accesible pueden enfrentar multas desde los tres mil dólares, además de ser remitidos a las autoridades policiales.
Sin embargo, un individuo puede transportar esos artefactos dentro de un contenedor de material duro y cerrado con candado, que se despacha como equipaje, pero debe declararlo, precisó un reporte del diario The San Diego Union-Tribune.
De acuerdo con ese medio, el número de confiscaciones de tales dispositivos letales en aeropuertos norteamericanos crece desde 2010, cuando hubo mil 123, con un descenso solo en 2020, debido a que la pandemia de Covid-19 redujo los vuelos.
Los estadounidenses tienen consagrado su derecho a poseer y portar armas de fuego en la Constitución del país, el único del mundo donde hay más de estos artefactos que civiles.
En tanto, la nación sufre por la violencia, al punto de que el presidente Joe Biden llamó a la delincuencia con los armamentos como un problema social y la “epidemia que desangra al país”.
Solo en lo que va de este año, en territorio norteño hubo 33 tiroteos masivos y dos mil 191 personas perdieron la vida por balas, indicó la organización Gun Violence Archive.
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