Según la fuente, la normativa exigiría permisos policiales para cualquier manifestación que incluya a más de 100 personas y permitiría a los uniformados expulsar a las personas que “pudieran perturbar la paz”.
Además, los agentes también estarían autorizados a imponer multas de hasta cinco mil séqueles (unos mil 466 dólares) a quienes desobedezcan las instrucciones policiales o no abandonen el área tras ser requeridos.
La iniciativa obligará que cualquier protesta prevista frente a la vivienda de alguna figura pública se realice a una distancia mínima de 100 metros de la misma.
Fuentes de los ministerios de Seguridad Nacional y Justicia confirmaron a Kan que trabajan de forma conjunta en el proyecto.
Hace una semana el titular de Seguridad Nacional, el ultraderechista Itamar Ben Gvir, llamó a la policía a arrestar a quienes bloqueen carreteras o causen disturbios durante las marchas, en medio de una creciente movilización popular contra una proyectada reforma de justicia impulsada por el Gobierno.
El pasado sábado decenas de miles de personas se reunieron en esta capital para denunciar la iniciativa promovida por la administración de Benjamin Netanyahu, y se espera que mañana la concentración sea aún mayor.
Tras el reclamo de Ben Gvir, el ex primer ministro y líder opositor, Yair Lapid, instó al cuerpo armado a evitar reprimir a las manifestaciones.
El papel de la Policía es protegerlos y asegurarse de que no se use fuerza excesiva contra ellos mientras cumplen con su deber cívico, señaló Lapid en una carta enviada al comisionado de esa institución, Kobi Shabtai.
También el extitular de Defensa Moshe Ya’alon acusó a Ben Gvir de intentar reprimir la protesta.
“El pirómano, el delincuente convicto, el ministro del caos nacionalista que está a cargo de la policía, está avivando las llamas para deslegitimar a los manifestantes”, denunció en alusión a las condenas en el pasado del funcionario por disturbios, vandalismo e incitación al racismo.
Hace unos días Tzvika Fogel, parlamentario del gubernamental partido Likud, llamó a arrestar por traición a Lapid, a Ya’alon y a otros políticos críticos con el Gobierno.
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