Las grasas trans se producen cuando los fabricantes de alimentos convierten aceites líquidos en grasas sólidas, como manteca o margarina.
“En la actualidad, hay políticas contra esa práctica para beneficiar a tres mil 400 millones de personas en 60 naciones, el 43 por ciento de la población mundial, pero solo cubre a dos mil 800 en 43 países”, puntualiza la fuente.
El primer territorio en liderar la eliminación de grasas trans fue Dinamarca, donde es notable una disminución de individuos con enfermedades cardiovasculares.
Estamos lejos de alcanzar el objetivo de su eliminación total en 2023, subrayó un comunicado de la OMS.
Es urgente –recalcó el organismo internacional- que los líderes políticos, personas influyentes, partes interesadas de la industria y defensores de este empeño actúen con firmeza.
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