La funcionaria agregó que lograr un acuerdo con el Gobierno británico para el regreso definitivo de dichas piezas es difícil pero no imposible, y su repatriación es también una responsabilidad ética de Europa como protección de un patrimonio cultural común.
Sin embargo, la ministra de Cultura del Reino Unido, Michelle Donelan, afirmó recientemente que esas piezas pertenecen al Reino Unido y no van a regresar a Grecia porque según la funcionaria se abriría una caja de Pandora en relación con otros objetos que muestra el museo.
Estos tesoros arqueológicos de más de dos siglos y medio de antigüedad fueron arrancados en algunos casos de los muros del templo, aparentemente con el permiso de los otomanos que entonces gobernaban Grecia, y se vendieron más tarde al gobierno británico.
De esta forma se convirtieron en algunos de los objetos más famosos en la colección del Museo londinense.
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