En conferencia de prensa, los sancarlistas consideraron esta acción como parte de la demanda de regresar a clases presenciales y en espera de un diálogo con el Consejo Superior Universitario (CSU).
Los líderes estudiantiles expresaron que la resistencia va más allá de la toma de las sedes y se comprometieron a continuar recordando el fraude desde las aulas, después de casi nueve meses de protestas por la elección de Walter Mazariegos como rector, un proceso que consideran fraudulento e ilegal.
Con anterioridad, el 9 de enero, se produjo la devolución del Centro Universitario de Noroccidente, ubicado en Huehuetenango, con una propuesta de diálogo que las autoridades del CSU se niegan aceptar, recordó la Coordinadora General de Estudiantes de la Usac (CGE-Usac), también en declaraciones a la prensa este lunes.
Por el contrario, dijeron, continúa la criminalización de los involucrados en la resistencia y se toma el argumento de la necesidad de la presencialidad para socavar al movimiento.
«A 33 días del segundo ofrecimiento de diálogo, aún no hay respuesta y en Huehuetenango el curso 2023 arrancó en línea y se mantiene», alertaron.
Los estudiantes exigieron iniciar actividades académicas presenciales a la brevedad en el CUM y dieron un nuevo ultimátum de siete días al CSU para retomar conversaciones.
De lo contrario, explicaron, informarán de sus próximas acciones porque la autonomía no se vende, se defiende, puntualizaron.
Actualmente, la crisis en la Usac, tras la elección de Mazariegos en julio del pasado año, se encuentra judicializada por más de 20 amparos sin resolución en los tribunales.
La CGE continúa en resistencia en las instalaciones del Paraninfo, el Campus Central y el Museo de la San Carlos.
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