En el país se implementaron medidas como la ampliación de las flotas de trenes, autobuses, aviones y taxis, así como la extensión de los horarios de operaciones más allá de la medianoche, a fin de satisfacer la demanda de los pasajeros.
Por ejemplo, la capital Beijing incrementó la frecuencia de las líneas de metro con paradas en las estaciones ferroviarias, añadió ómnibus para cubrir rutas desde las terminales hasta puntos céntricos de la ciudad y llamó a los viajeros a optar por el servicio compartido en los taxis a domicilio.
El Gobierno también desplegó un dispositivo de seguridad en las autopistas a fin de velar porque el tráfico se mantenga estable y haya en lo posible menos congestiones.
China está de feriados desde el pasado 22 de enero por el advenimiento del Año Nuevo Lunar o Fiesta de la Primavera, el evento más importante de su cultura y que implica el movimiento de millones de individuos por el país para celebrarlo en familia.
Se espera que el período deje como saldo una recuperación fuerte de la economía, especialmente, en las industrias de los viajes, turismo y consumo porque transcurrió seguido del fin de las restricciones antiCovid-19.
De hecho ya la prensa habla de un alza significativa en los alojamientos hoteleros, las visitas a sitios recreativos y áreas escénicas, y la recaudación de los cines, que desde el pasado 1 de enero facturaron más de seis mil millones de yuanes (alrededor de 909 millones de dólares).
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