«La democracia es un valor innegociable. Solamente por medio del diálogo que ella favorece podremos priorizar un crecimiento económico con reducción de nuestras desigualdades y de los contratiempos sociales que hoy imponen sufrimiento y desesperanza para una parte significativa de la población brasileña», reza un fragmento de la misiva.
Bautizado como Carta de Brasilia, el documento también anuncia la creación del Consejo de la Federación que estará compuesto por representantes de la Unión, de los estados y de los municipios.
El objetivo de esa junta, según el texto, es «definir una agenda permanente de diálogo y pacto en torno a temas definidos como prioritarios por los entes federados».
También alude a la gestión compartida de recursos públicos para acciones de desarrollo regional.
En tal sentido, cita el desempleo, inflación, hambre y pobreza como problemas a ser superados por los gobiernos federal, estaduales y municipales.
La carta fue divulgada por el Palacio del Planalto, sede del Poder Ejecutivo, tras la reunión de Lula con los gobernadores, quien además aseguran tener un compromiso con la estabilidad institucional y social del país.
Tal contenido fue publicado 19 días después de las invasiones y acciones vandálicas perpetradas el 8 de enero por adeptos radicales del derrotado mandatario Jair Bolsonaro en las sedes del Congreso Nacional, el Supremo Tribunal Federal y Planalto.
En los primeros minutos del encuentro con las autoridades estaduales, Lula, junto al vicepresidente Geraldo Alckmin y otros ministros de Gobierno, afirmó que el poder público tiene que garantizar al pueblo que la difusión del odio acabó.
«Vamos a mostrar al pueblo brasileño que el odio ha terminado. Que lo que sucedió el 8 de enero (invasión y depredación de sedes de los tres poderes en Brasilia) no se repetirá», manifestó el fundador del Partido de los Trabajadores.
Pronosticó la recuperación de la democracia, pues su esencia es dialogar, «siempre que no obstruya el derecho del otro a hablar. Por eso digo que Brasil va a volver a la normalidad», apuntó.
Además de la cuestión del Impuesto sobre la Circulación de Mercancías, cada gobernador de estado indicó en la reunión con el presidente tres proyectos locales y uno de importancia regional.
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