La medida pretende restringir el acceso de personas no autorizadas por el poder público en el área, para combatir la minería y otras actividades ilegales, así como la propagación de enfermedades.
El anuncio emergió después de una reunión entre Lula y ministros de Estado involucrados en el combate a la crisis humanitaria que afecta a los Yanomami.
También como parte de las disposiciones afloró priorizar la asistencia nutricional y de salud a los originarios, y garantizar la seguridad necesaria para que equipos sanitarios puedan ejercer sus actividades en las aldeas.
Además, propiciar el acceso al agua potable y el monitoreo de la contaminación por mercurio de los ríos y las personas.
El Ministerio de Salud declaró el 21 de enero Emergencia en Salud Pública de Importancia Nacional por la «necesidad de combate a la desasistencia sanitaria de los pueblos que viven en el territorio Yanomami».
La cartera indicó en un comunicado que muchos de sus equipos «se encontraron con ancianos en estado grave de salud, con desnutrición grave, además de muchos casos de malaria, infección respiratoria aguda y otros agravios».
De acuerdo con la ministra de los Pueblos Indígenas, Sonia Guajajara, 570 nativos Yanomami murieron de desnutrición en los últimos cuatro años, período de gobierno del derrotado mandatario Jair Bolsonaro.
Hace más de una semana, Lula visitó las comunidades originarias en Roraima, donde se comprometió a terminar con la minería ilegal e inyectar dinero en el servicio local para las personas que esperan desde hace seis meses el transporte.
Acerca del cuidado físico, el exsindicalista señaló que equipos médicos serán enviados a la localidad para prestar atenciones.
«Creo que una de las maneras en que podemos resolver esto es si hacemos una guardia de salud en las aldeas para que podamos cuidarlas allí. Es más fácil transportar a 10 médicos que transportar a 200 indios. Es solo una cuestión de cambio de comportamiento. Les prometo que vamos a mejorar sus vidas», subrayó.
Manifestó que salía de la región comprometido «con nuestros queridos hermanos, a los cuales les daremos la dignidad que se merecen, en la salud, en la educación, en la alimentación y en los derechos de ir y venir a hacer las cosas necesitadas en la ciudad».
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