Así lo reflejó una encuesta de CID Gallup en la cual una mayoría de las personas consultadas estimó que el país progresa por buen camino y tiene altas expectativas de prosperar económicamente en los próximos meses.
Sin embargo, no todo lo que dicen los sondeos se refleja igual en la población y en los estimados de organizaciones internacionales y financieras.
La víspera fue anunciado que el precio de gas para las cocinas de los salvadoreños no variará este mes, pero los de otros combustibles como la gasolina y el diésel aumentaron casi 30 centavos de dólar a principios de enero de este año, y eso no lo refleja Gallup.
No por gusto algunos estudios señalan que la población considera ahora a la economía como su principal preocupación luego de desplazar a los problemas de seguridad y a la violencia de las pandillas a un segundo plano.
Por ejemplo, la situación se mantiene crítica para algunos salvadoreños, pues cerca del 14 por ciento de los hogares obtienen ingresos inferiores al costo de la canasta básica alimentaria, según un informe del Banco Interamericano de Desarrollo.
El ente crediticio indicó que sectores más pobres de la nación ocupan entre el 45 y el 50 por ciento de sus ingresos en adquirir sus alimentos, y el alivio del gas ayuda a que su situación no se afecte aún más.
Por otra parte, el Fondo Monetario Internacional (FMI), que tiene una delegación evaluando la situación en el país, mantuvo firme su proyección de un crecimiento de El Salvador de solo 1,7 por ciento, inferior a la proyección del gobierno del presidente Nayib Bukele.
En la actualización de sus perspectivas para América Latina, esa institución alertó de que ocurrirá una fuerte desaceleración en la dinámica de la actividad salvadoreña de un 2,6 por ciento de crecimiento en 2022 a solo 1,7 por ciento para este año, mientras para 2024 prevé que la tasa rondará el 1,5.
No obstante, el Banco Central de Reserva hace un estimado que considera que el Producto Interno Bruto crezca entre un dos y tres por ciento.
También el Banco Mundial y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe estiman que la tasa de crecimiento será menor a la oficial, entre dos y 1,6 por ciento, respectivamente.
El dato del FMI señaló que la desaceleración del crecimiento, la alta inflación y la incertidumbre global significan que muchas personas en la región verán disminuir su nivel de vida este año y probablemente enfrentarán un aumento de ansiedad por su futuro, algo de lo que no escapará el Salvador.
Atendiendo a esto pudiera decirse que las encuestas reflejan situaciones que probablemente no se ajustan a la realidad, aunque por su poder de influencia muchos se creen lo que dicen.
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