Imágenes compartidas en Twitter mostraron la caída del artefacto, que según aclaró el Ministerio de Relaciones Exteriores de China, es un aparato de factura nacional, civil y usado para desarrollar estudios meteorológicos.
Autoridades de Defensa de Estados Unidos confirmaron a CBS News que un F-22 enviado desde la Base de la Fuerza Aérea de Langley derribó el globo con un misil aire-aire AIM-9X.
No hay indicios de que personal militar, aeronaves civiles o embarcaciones marítimas hayan resultado dañadas, agregaron.
El secretario de Defensa, Lloyd Austin, expresó en un comunicado que el presidente Joe Biden dio su autorización para derribar el globo en un lugar que no representara riesgos.
Las autoridades inicialmente desaconsejaron su derribo mientras cruzaba la parte media del país porque la caída de escombros podría poner en riesgo a las personas en tierra.
Para la operación, la Administración Federal de Aviación cerró el espacio aéreo y emitió una parada en tierra en tres aeropuertos de Carolina del Norte y Carolina del Sur, antes de la operación.
Los vuelos se reanudaron poco después de culminar la misión, indicó CBS News.
Varias embarcaciones de la Armada y la Guardia Costera, incluido el USS Carter Hall, que está equipado con una grúa pesada para la recuperación, estaban cerca de donde cayó el globo para la recolección de escombros, según The Hill.
De acuerdo con las autoridades de Beijing, el equipo se desvió de su trayectoria debido a la fuerza de los vientos del oeste y su capacidad limitada para autodirigirse.
Añadieron que lamentan la entrada sin intención del dispositivo al espacio aéreo de Estados Unidos por un motivo de fuerza mayor y seguirá comunicándose con (la parte) norteamericana para manejar apropiadamente esta situación inesperada.
China también ratificó que siempre cumplió con las leyes internacionales y no tiene intención de violar el territorio ni el espacio aéreo de ningún estado soberano.
Sin embargo, varios funcionarios estadounidenses dijeron que un «presunto globo espía chino» sobrevoló el espacio aéreo local durante varios días.
El portavoz del Pentágono, general de brigada Patrick Ryder, indicó con anterioridad que el globo transitaba “muy por encima del tráfico aéreo comercial y no representa una amenaza militar o física para las personas en tierra”.
La entrada accidental de este aparato chino a Estados Unidos creó un nuevo foco de tensión bilateral, pues el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, canceló ayer un viaje a Beijing, planificado después del encuentro de Biden, y Xi Jinping, en Bali, en la cumbre del Grupo de los 20.
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