El también exministro de Planificación y Cooperación Externa, confirmó que se encuentra “sano y salvo”, aunque su conductor resultó herido.
La agresión tiene lugar cuando la policía de Haití lanzó una operación para frenar la inseguridad y tiene sitiada a una de las pandillas que aterrorizan la zona este de Puerto Príncipe.
También se produjo en medio de un recrudecimiento de los casos de secuestros que suman casi un centenar en lo que va de año, mientras las acciones de los grupos criminales limitan el libre desplazamiento de personas y mercancías.
La crisis de inseguridad en Haití se agravó tras el asesinato a mediados de 2021 del entonces presidente Jovenel Moïse, abatido por 12 disparos en su residencia privada, presuntamente por un comando de exmilitares colombianos.
Poco antes de su ejecución la salida sur de esta capital ya estaba controlada por bandas mientras que en la zona norte los enfrentamientos del G-9 y aliados con otros grupos criminales provocaron el desplazamiento de decenas de miles de personas.
Las pandillas tienen cercada la ciudad de Puerto Príncipe, y la Policía reconoció que no cuenta con recursos para enfrentarlas.
El Gobierno, por su parte, solicitó en octubre el despliegue de tropas extranjeras para contener a las bandas, pero sus reclamos aún no son atendidos, y a lo interno organizaciones sociales y políticas critican una nueva intervención.
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