Ambas novenas ya acumulan cuatro victorias, pero a ese mismo saldo pueden llegar República Dominicana (Tigres del Licey) y Puerto Rico (Indios de Mayagüez), por lo que entonces el duelo nocturno dejaría a una de las dos clasificada, y a la otra pendiente del desempate matemático.
Los anfitriones lograron remontar la víspera para imponerse ante Curazao y, por eso, no están obligados a ganar en el estadio Monumental Simón Bolívar, de esta capital,, pero habrá que ver lo que sucede a lo largo del día.
De hecho, al jugar en el último turno, es posible que, además de un triunfo, necesiten hacerlo por amplio carreraje para aventajar en el coeficiente de desempate a algún rival y avanzar a semifinales.
Mucha presión tendrá sobre sus hombros el veterano Jhoulys Chacín, pero quién mejor que alguien que lanzó en las Grandes Ligas estadounidenses para los equipos Colorado, Arizona, Atlanta, Los Ángeles, San Diego y Milwaukee hasta 2018 para asumir el reto.
El diestro, de 35 años, soportó seis anotaciones en 4.1 innings de labor ante los boricuas, aunque solo tres fueron limpias, y además recetó seis ponches a sus contrarios.
Francisco López, derecho dominicano, de 28 años, buscará la victoria para los Vaqueros, que de conseguirla los pondría directamente en semis, sin importar lo que haya ocurrido más temprano.
Será una jornada donde las matemáticas estarán rondando en la mente de casi todos, y los clasificados a los cruces de vida o muerte demorarán en conocerse, quizás hasta la madrugada.
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