Los dominicanos marcaron sus carreras a cuentagotas, salvo en el cuarto episodio, cuando pisaron la goma tres veces, por doble de Emilio Bonifacio y luego sencillo remolcador de dos del cubano Henry Urrutia, que dajaron el choque 5×0.
En la baja de esa misma entrada los mexicanos descontaron dos, pero en la séptima los quisqueyanos hicieron lo mismo, y agregaron otra en el noveno, mientras que los Cañeros solamente sumaron una más en todo el choque.
El derecho Esmil Rogers firmó una buena apertura al limitar a Los Mochis a cinco imparables y dos carreras en seis capítulos, mientras que al estadounidense Matt Pobereyko le fabricaron cinco (tres limpias) en solo 3.2.
Como sucede a cada rato, el cuarto lugar eliminó al primero de la fase clasificatoria en el duelo de vida o muerte, en este caso también para tomar venganza de sus rivales, que aprovecharon su mala defensa para imponerse el primer día.
Los Tigres ratificaron también que son imbatibles en el estadio José Luis García Carneiro, de La Guaira, donde ganaron sus cuatro pleitos de la fase preliminar y este de semis.
El jardinero derecho Luis Barrera (de 3-2, dos anotadas, doble y boleto) sobresalió por los caribeños, y el designado Joey Terdoslavich (de 3-2, base por bolas) por los centroamericanos.
A continuación se medirán Venezuela (Leones del Caracas) y Colombia (Vaqueros de Montería), para buscar el segundo finalista de Gran Caracas 2023.
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