El último incidente entre ambos ocurrió anoche, cuando Ben Gvir criticó públicamente al jefe de esa institución en Jerusalén, Doron Turgeman, por no utilizar la fuerza para dispersar a manifestantes que quemaron neumáticos y bloquearon carreteras.
El funcionario acusó a la policía de perder “el control de la ciudad ante los anarquistas”, un término que usa para referirse a los sectores de izquierda o antigubernamentales que protestan contra el Ejecutivo.
Sus comentarios provocaron una reacción inmediata de Shabtai, quien respaldó a los oficiales y lamentó que los desacuerdos sobre la estrategia policial se ventilaran públicamente.
Asimismo, defendió a Turgeman al elogiarlo por “mantenerse firme y ejercer discreción en el manejo de la protesta”.
El diario The Times of Israel reveló este viernes que el ministro intensificó sus intentos de socavar a Shabtai al anunciar que reunirá a un grupo de exoficiales para ayudar “al comisionado, quien tiene dificultades para lidiar con las protestas y el crimen en las calles”.
Los oficiales del cuerpo reaccionaron con enojo ante la medida, resaltó el medio noticioso.
Las protestas se multiplicaron en las últimas semanas en Israel ante una proyectada reforma del Gobierno, que aumentaría su control sobre el poder judicial.
Recientemente el extitular de Defensa Moshe Ya’alon acusó a Ben Gvir de intentar reprimir las manifestaciones.
“El pirómano, el delincuente convicto, el ministro del caos nacionalista que está a cargo de la policía, está avivando las llamas para deslegitimar a los manifestantes”, denunció en alusión a las condenas en el pasado del funcionario por disturbios, vandalismo e incitación al racismo.
Conocido por sus posiciones abiertamente racistas y antiárabes, Ben Gvir antes de convertirse en parlamentario, mantuvo durante años en la sala de su casa una foto de Baruch Goldstein, quien asesinó a 29 palestinos en la Cueva de los Patriarcas en 1994.
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