Turk presentó este viernes un balance de su viaje oficial a la nación caribeña y pidió al mundo no ignorar que es una de las peores situaciones de pobreza y terror, especialmente en una capital donde las bandas armadas controlan el acceso al agua, alimentos, atención sanitaria y combustible, mientras los secuestros son habituales y los niños no pueden asistir a las escuelas.
El funcionario señaló que una de cada dos personas pasa hambre, vive en pobreza y no tiene acceso regular al agua potable, al tiempo que los prisioneros mueren de desnutrición y cólera, sin olvidar las catástrofes naturales.
“Los problemas son enormes y abrumadores”, dijo Turk, aunque indicó que la situación no es insuperable y los haitianos no deben definirse con una visión reductora y victimista.
No obstante, se refirió al agotamiento de la población por llevar la carga día a día y destacó el impacto debilitador de la violencia de las pandillas en varias zonas de Puerto Príncipe.
“Estas bandas poseen diversas armas y siembran el terror y la violencia en las comunidades que controlan”, manifestó y lamentó que cerca de medio millón de niños que viven en barrios controlados por las pandillas tienen dificultades para acceder a la educación.
En este contexto, expresó, más de la mitad de los 11,8 millones de haitianos viven por debajo del umbral de pobreza, mientras la inflación supera el 47 por ciento, unos 4,7 millones padecen inseguridad alimentaria y se calcula que 19 mil 200 se encuentran en situación catastrófica, en condiciones cercanas a la inanición.
Durante su visita Turk se reunió con representantes gubernamentales y de la sociedad civil, y estos últimos pusieron de manifiesto las dificultades de sectores vulnerables como las mujeres, comunidades LGBTI, personas con discapacidad, jóvenes y niños.
Ante la grave crisis, Turk instó a la comunidad internacional a considerar urgentemente el despliegue de una fuerza de apoyo específica en un plazo determinado, de acuerdo las normas internacionales de derechos humanos, y que presente un plan de acción claro y exhaustivo.
Este despliegue debe ir acompañado de un restablecimiento rápido y sostenible de las instituciones públicas en las zonas libres de bandas, así como de una reforma en profundidad del sistema judicial y penitenciario, sostuvo.
Además, insistió en que mientras no se solucione la crisis, las violaciones y abusos de los derechos humanos no permiten el retorno seguro, digno y sostenibles de los haitianos a su país, y denunció el trato al cual son sometidos muchos migrantes.
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