En declaraciones divulgadas en el sitio digital Quotidiano Sanitá, Schillaci se refirió al éxodo de especialistas entre las causas del déficit de profesionales del sector, y puso como ejemplo que “entre 2005 y 2015 más de 10 mil médicos abandonaron Italia para trabajar en el extranjero”, un problema que se mantiene.
Se trata de “un éxodo de capital humano que no podemos permitirnos», expresó al ministro, y agregó que, por otra parte, contribuye a la actual carencia “una programación miope del número de accesos a la Facultad de Medicina, que no responde a las necesidades reales del país”.
“Hace dos o tres años, entre ocho mil y 10 mil estudiantes ingresaban cada año”, a pesar de que hace ya 10 años, la Conferencia de Decanos de Facultades de Medicina de Italia pidió con insistencia que se elevara al menos a 12 mil las matrículas, añadió el titular.
Por tal razón, ya se conformó un grupo de trabajo en el Ministerio de Salud, “el cual tiene la tarea de definir las necesidades de médicos y adecuar las capacidades y ofertas potenciales del sistema universitario”, anunció.
La pandemia de la Covid-19, “entre tantas desgracias que trajo, puso la salud pública en el centro de atención y esto es importante porque todos han entendido que se trata de un tema fundamental”, manifestó
Indicó que “es prioritario intervenir para frenar lo que podemos definir como una verdadera desaparición de algunas especialidades médicas”, un fenómeno que según dijo “está tomando dimensiones preocupantes especialmente en lo que se refiere al área de la medicina de urgencia”.
En tal sentido, «se prevé un incremento del presupuesto destinado a los trabajadores sanitarios de emergencia, a partir del 1 de enero de 2024, con una asignación de 200 millones de euros anuales”, agregó.
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