El resultado sobrevino cuando ampliamos la infraestructura, la cosecha en ocho agroparques y nueve zonas agroeconómicas, expuso ante el Parlamento el gobernador general de esta isla, Patrick Allen.
Destacó los «programas estratégicos, innovadores y resistentes», en una intervención bajo el lema «Una Jamaica más fuerte: Consolidar nuestra recuperación, reavivar nuestra década de crecimiento».
Las máximas autoridades nacionales –detalló- proporcionaron también poco más de 32 millones de dólares estadounidenses en ayudas directas a las pequeñas explotaciones avícolas, que beneficiaron a más de mil agricultores.
Para ayudar a la producción de cultivos, se distribuyeron 24 mil sacos de fertilizantes, valorados en 79 millones de dólares estadounidenses, y otros suministros a más de 11 mil campesinos, subrayó Allen.
Mientras tanto, en diciembre de 2022 teníamos 449 huertos escolares como herramientas de enseñanza-aprendizaje, y los productos obtenidos contribuían a los programas de desayuno y almuerzo de los alumnos, añadió.
El gobernador general aseveró que existen otras iniciativas para capacitar a los jóvenes y liberar el potencial de la agroindustria.
El sector pesquero, por otra parte, evidenció avances significativos, incluido un crecimiento del 15 por ciento en la producción de tilapia, acotó.
Esto contribuirá a «apoyar la acuicultura y una campaña multimedia nacional, para promover la producción y el consumo de esa especie», consideró.
Tras el duro traspiés provocado por la Covid-19 en 2020, la economía de Jamaica trepó 4,6 por ciento al año siguiente, según datos del Banco Mundial, y sostuvo esa tendencia en el último periodo anual.
Esa situación favorable se debió al alza en las industrias de servicios y la producción de bienes, dentro de la cual aportaron los mayores niveles la agricultura, la silvicultura y la pesca, así como la construcción. ro/znc