En la Sierra Maestra, los montañistas que buscan aventuras durante su visita a Cuba encuentran ese lugar, perfecto para probar suerte y fuerzas, mientras contemplan un paisaje natural muy bien conservado, camino al Pico Turquino.
Esa elevación, el Real del Turquino, constituye el punto más alto de este archipiélago con 1974 metros sobre el nivel del mar, pero el derredor impacta al viajero por su naturaleza, y las tradiciones de los arrieros y campesinos de la zona.
Precisamente, existe entre montañas un punto de descanso conocido como la Aguada de Joaquín, que tiene muchas historias, tanto de cara a los caminantes en sus ascensos, como a un derredor cargado de historia y de labores verdaderamente cruentas.
La finca tiene mandato o dirección propiamente en una Aguada, en el derredor de la comunidad ecológica de La Platica y Jiménez, una misma área para l mapa de la cercana provincia de Santiago de Cuba.
Este lugar se compone de dos casas una para el descanso de los caminantes y otra donde se encuentra la cocina y el comedor, la sala, otro descanso, y en sus áreas proliferan los jardines y varios paneles solares para abastecer magramente de electricidad al lugar.
Por esas montañas, precisamente tuvo su comandancia el líder de la Revolución Cubana de 1959, Fidel Castro, y sus compañeros, como el guerrillero cubano-argentino Ernesto Che Guevara.
En la Aguada propiamente laboran 10 personas, que garantizan la alimentación y el descanso de los viajeros, a solo cinco kilómetros del Turquino, el ascenso y descenso más difícil de todo el camino.
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