Shaw dijo que estaba allí «para apoyar a la comunidad», pero declinó hacer más comentarios, según Fox News.
El viaje ocurrió a la luz de la decisión de la empresa a principios de esta semana de no asistir a una vista pública en el área donde ocurrió el accidente.
Norfolk Southern dijo en un comunicado en ese momento que no enviaría a representante alguno a ese encuentro debido a la preocupación por la seguridad de sus empleados, pues los residentes estaban molestos y preocupados por la falta de transparencia alrededor de lo sucedido.
El tren de carga operado por Norfolk Southern se descarriló el pasado 3 de febrero en East Palestine (Palestina Oriental).
De 150 vagones, unos 50 se salieron de las vías y algunos trasladaban cloruro de vinilo, un gas sin color altamente inflamable y considerado un potente cancerígeno, en especial se habla sobre su relación con el cáncer de hígado.
Más de dos mil residentes del área fueron evacuados tras la orden de liberación de las sustancias químicas mediante una quema controlada para evitar una explosión de peores consecuencias.
Tal procedimiento provocó un gran incendio y una columna de humo que, pese a los intentos por calmar a los pobladores, desató el pánico allí ante los temores por el riesgo para la salud pública.
El Departamento de Recursos Naturales de Ohio calcula que a causa de este incidente murieron más de tres mil 500 peces de las vías fluviales circundantes, mientras en varias granjas de la zona aparecieron gallinas en igual condición.
Por su parte, pobladores de Palestina Oriental notificaron síntomas como náuseas, dolores de garganta, ardor en los ojos y dificultades respiratorias.
El accidente, silenciado en un inicio por la prensa y el gobierno federal, poco a poco ha ido captando aquí la atención de la opinión pública ante el peligro medioambiental y para a salud del vertimiento de esas sustancias nocivas.
Sin embargo, las autoridades estatales afirman que las pruebas han demostrado que el aire y el agua de la ciudad son seguros.
La administración de Joe Biden ha recibido críticas por la tardanza en responder a la crisis, en particular el secretario de Transporte, Pete Buttigieg, quien tuvo su primer pronunciamiento público 10 días después del descarrilamiento.
El gobernador de Ohio, el republicano Mike DeWine, anunció la víspera que la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias desplegará recursos del país en el lugar del accidente.
jha/dfm