Después de sobrevolar las zonas afectadas por el temporal del fin de semana, Lula habló de construir casas, en terrenos seguros, para familias que fueron perjudicadas por los aguaceros en la región.
«Usted (alcalde de la ciudad de Sao Sebastião, Felipe Augusto), solo tiene que encontrar un terreno más seguro para que podamos (decir) a la gente: Van a volver a tener su nido para cuidar de su familia», afirmó el fundador del Partido de los Trabajadores.
Pidió oraciones por las víctimas, que hasta la fecha se registran 36 muertos y 40 desaparecidos, y para que los chaparrones disminuyan en la región.
«Creo que una buena oración con mucha fe siempre ayuda a la gente a conquistar aquello que la gente quiere», declaró.
Destacó además el trabajo conjunto del gobierno federal, con los estaduales y locales.
«Quería mostrarles una escena que ustedes no veían en Brasil: un gobernador, un presidente y un alcalde, sentados en la mesa, en función de una cosa común que nos afecta a todos», remarcó.
Unas 500 personas, entre policías, bomberos y miembros de las Fuerzas Armadas, participan este lunes en las faenas de rescate e identificación de las víctimas.
Sao Sebastião resulta la localidad más afectada y en la que se notificaron 35 de las 36 vidas perdidas. La otra fue ubicada en Ubatuba.
En un helicóptero del Ejército, Lula hizo el recorrido acompañado por los ministros Márcio França, Puerto y Aeropuertos; Alexandre Padilha, Relaciones Institucionales; Simone Tebet, Planificación y Presupuestos; Paulo Pimenta, Secretaria de Comunicación (Secom); Waldez Góes, Integración y Desarrollo Regional y Renan Filho, Transporte.
Más tarde se reunió en Sao Sebastião con el gobernador de Sao Paulo, Tarcísio de Freitas, y el alcalde Augusto.
Las tormentas provocaron inundaciones, deslizamientos de terrenos y cortaron tramos de las carreteras Río-Santos, Mogi-Bertyoga y Tamoios.
De acuerdo con la Defensa Civil, el volumen de precipitaciones en las últimas 24 horas superó lo esperado para todo febrero en tres de las cuatro ciudades del litoral norte (Sao Sebastião, Ilhabela, Caraguatatuba y Ubatuba), región fuertemente castigada por las precipitaciones.
El gobierno paulista confirmó que por la inclemencia climática más de 550 personas tuvieron que dejar sus casas en la costa. Según registros oficiales, 228 personas quedaron sin hogar y 338 desabrigadas.
Por la infernal situación, el gobernador De Freitas decretó estado de calamidad en Ubatuba, Sao Sebastião, Ilhabela, Caraguatatuba (todas en el litoral norte), además de Bertyoga.
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