Según la fuente, ayer se celebró una cita cuyo tema era debatir sobre el traspaso de poderes de las Fuerzas Armadas a Smotrich en la ocupada Cisjordania, una decisión que causó profundo malestar en el estamento militar.
Pero el funcionario no asistió al encuentro para «no escuchar las objeciones» del militar.
Tras conocerse la noticia, el líder de la oposición, Yair Lapid, denunció que Israel está en manos de extremistas fanáticos.
La pasada semana Halevi instó a Netanyahu a rechazar los poderes prometidos a Smotrich.
Como parte de los acuerdos de reparto de poder de la coalición gobernante, este último, partidario de la anexión de la Ribera Occidental, recibió competencias sobre ese territorio, que desde la ocupación en 1967 le corresponden al Ejército.
Según el Canal 13, los argumentos de Halevi son similares a los de su predecesor, Aviv Kohavi, quien antes de dejar el cargo a finales del pasado mes también reclamó a Netanyahu no dar ese paso.
Recientemente la fiscal general Gali Baharav-Miara advirtió que habrá problemas legales con la transferencia de estos poderes a Smotrich porque Cisjordania no es territorio israelí.
“Después de 55 años en los que Israel afirmó que los territorios ocupados serían temporalmente ‘mantenidos’ hasta que se llegara a un acuerdo político (con los palestinos), el pacto entre Netanyahu y Smotrich transmite todo lo contrario”, afirmó a principios de este año el portal noticioso Walla.
El convenio de la coalición le otorga poderes sin precedentes con respecto a la construcción y ampliación de colonias judías y sobre las relaciones con los palestinos en Cisjordania ocupada, al tiempo que reduce el peso del Ejército allí, subrayó.
El diario Maariv reveló este martes que Netanyahu pidió a los jefes de las distintas agencias de seguridad nacionales controlar a Smotrich y al ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, otro de los miembros más extremistas de su gabinete.
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