Según un comunicado del Ejército burkinés, que inicialmente reportó ocho soldados fallecidos tras una emboscada tendida por extremistas, los choques armados tuvieron lugar entre las localidades de Desou y Oursi, en la provincia de Oudalan.
El ente militar indicó en el documento, por otro lado, que las tropas proseguirán con las operaciones contra los considerados grupos terroristas, los cuales en los últimos tiempos sufrieron en sus filas numerosas bajas.
Dentro de este territorio africano, donde ocurrieron dos golpes de estado, uno en enero de 2022 y otros en septiembre de ese mismo año, gobierna una junta militar, encabezada por el capitán Ibrahim Traoré.
La población de Burkina Faso sufre condiciones de inseguridad a raíz de los ataques en este territorio desde 2015 de grupos extremistas armados, incluidos Boko Haram, el Estado Islámico en el Gran Sahara y el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes.
Tales acciones de las formaciones insurgentes dejaron saldo de cientos de muertos y millones de desplazados en este país de Àfrica Occidental.
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