El representante permanente y embajador de esta isla ante las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales en Ginebra, Suiza, Matthew Wilson, firmó el instrumento ante el director general de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), Daren Tang.
El documento facilita la producción y la transferencia internacional de libros especialmente adaptados para personas con ceguera, discapacidad visual u otras, mientras establece una serie de limitaciones y excepciones a la legislación tradicional sobre derechos de autor.
Tras la presentación, el diplomático caribeño destacó el interés de la OMPI en colaborar en pro de hacer operativo el tratado y garantizar que, especialmente los niños, tengan acceso a los más de 600 mil títulos disponibles a través del «servicio de libros ABC».
Wilson sugirió que, aparte, textos políticos puedan traducirse a formatos accesibles, entre ellos la Iniciativa de Bridgetown (para financiar la adaptación climática a las naciones vulnerables), que actualmente defienden a nivel global.
Al aceptar el instrumento, Tang alabó los esfuerzos de Barbados por dar prioridad a la propiedad intelectual como un elemento importante de su historia de crecimiento y por su claro reflejo de Estado pequeño que da un puñetazo por encima de su peso.
El Tratado de Marrakech, adoptado el 27 de junio de 2013 y con entrada en vigor el 30 de septiembre de 2016, contribuye a ampliar las oportunidades de aprendizaje, educación y ocio.
No sólo posibilita a las personas ciegas, con discapacidad visual o con otras dificultades acceder al texto impreso en bibliotecas, sino también a proyectos de capacitación para formar a instructores locales en el desarrollo de obras accesibles.
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