Un comunicado las fuerzas de seguridad del gobierno anunció que se lanzó la segunda fase de la Operación Espadas de la Verdad, la cual forma parte de una gran ofensiva que se inició esta semana contra los terroristas.
El texto alertó que los resultados de las acciones se anunciarán más adelante, y todas las tropas, incluida la Fuerza Aérea, participan en la escalada.
El mando de Operaciones Conjuntas indicó, que el vicecomandante de de esa tropa, Qais Khalaf Rahima, y el Comandante de las Fuerzas Terrestres, Qassem Muhammad Saleh, inspeccionaron los cuarteles móviles de cada una de las jefaturas para supervisar las operaciones militares conjuntas.
Por su parte, la Comisión Parlamentaria de Seguridad y Defensa indicó que existe una debilidad en la labor de inteligencia a la hora de vigilar los movimientos de los combatientes del Daesh.
Las Unidades de Movilización Popular (Al-Hashad Al-Shabi), fuerzas populares de Iraq, localizaron y destruyeron a inicios de este mes un almacén de armas del Estado Islámico en el oeste del país.
Un alto mando de esa organización señaló entonces que Al-Hashad Al-Shabi y el Ejército iraquí están seriamente comprometidas en descubrir y destruir los escondites de las células durmientes de la doctrina takfirí promulgada por Daesh y otros grupos extremistas, donde un musulmán acusa a otro de apóstata, de traidor a su religión y es condenado a muerte.
Pese al fin del supuesto califato de Daesh, con la liberación de la ciudad de Mosul en junio de 2017, algunos pudieron escapar y esconderse en zonas desérticas, especialmente en el oeste de la provincia de Nínive (norte), cerca de la frontera con Siria, el desierto de Al-Anbar, zonas fronterizas y áreas montañosas de Salah al-Din y Diyala (este). Las autoridades y los comandantes iraquíes acusan a Estados Unidos de ayudar al Estado Islámico, en un intento por desestabilizar el país árabe y justificar su presencia militar en momentos en que la retirada de las tropas extranjeras es un reclamo popular.
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