Durante un acto nacional celebrado anoche ante el aniversario 89 del asesinato del general de hombres libres, el jefe de Estado afirmó que dicha derrota se logró por esa fuerza telúrica del pueblo que “viene de las raíces de los antepasados”.
“No me canso de mencionar a Diriangen, entre otros caciques valientes enfrentando a los invasores, primero cuando fueron arrebatándonos la lengua a nuestros antepasados, a nuestra cultura, fueron imponiendo ellos un régimen que les permitiera dominar, utilizando a la religión como instrumento a la población indígena”, rememoró.
El gobernante expresó que la mejor manera de rendir homenaje al también Héroe Nacional es decir que están cumpliendo con su legado, pues Sandino está presente en la vida diaria de los sectores sociales, económicos y productivos del país.
Expresó que, a pesar de todas las situaciones complejas vividas en esta nación centroamericana, se resguarda la paz.
Añadió que el líder de la resistencia contra la ocupación estadounidense en las primeras décadas del siglo XX en Nicaragua está en el pueblo y en la lucha del Frente Sandinista de Liberación Nacional.
“Sandino nos dio la bandera y nosotros supimos retomarla para seguir luchando y defender la paz”, subrayó el mandatario.
Este martes, el pueblo nicaragüense rindió homenaje a Sandino en diferentes ciudades del país con caminatas y colocación de flores ante monumentos donde se perpetúa la memoria del general.
En la Asamblea Nacional se realizó una sesión solemne por la efeméride, donde el presidente del parlamento, Gustavo Porras, destacó la vigencia del legado del defensor de la soberanía y la dignidad nacional.
El parlamentario señaló que quienes asesinaron al general no sabían lo que hacían, pues con su muerte se sembraron las bases de una Nicaragua bendita y siempre libre.
“El General les hablaba a todos los nicaragüenses sin distinción, claro está que todo nicaragüense para ser nicaragüense debe tener una posición digna, honrada y honorable frente al yanqui invasor”, expresó.
Porras afirmó que no puede haber Nicaragua sin Sandino y recordó que su espiritualidad se fortalece cuando siendo un adolescente, vio pasar en una carreta el cuerpo sin vida del General Benjamín Zeledón asesinado por los invasores estadounidenses.
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