Según un análisis del canal CNN, las dos imágenes de un mismo Biden fueron, cuando menos, llamativas.
En Varsovia, donde el mandatario norteamericano realizó una visita desde el pasado lunes hasta la víspera, este dijo que era “crítico cuidar a millones de ucranianos cuyos hogares, familias y medios de subsistencia fueron destruidos durante el último año” en medio de la operación militar rusa.
“Pero de regreso a casa, su administración apenas unas horas después anunció su política más dura hasta el momento, destinada a rechazar a los inmigrantes, muchos de los cuales huyen de dificultades en sus países”, señaló la televisora.
El pasado martes, los departamentos de Justicia y Seguridad Nacional divulgaron la medida más restrictiva del actual Gobierno en esa esfera hasta el momento, que prohíbe en gran medida solicitar asilo aquí a los migrantes que recorrieron otros países para llegar a la frontera norte de México.
La orden, que entraría en vigencia en mayo, evoca políticas del exgobernante Donald Trump (2017-2021), las cuales limitaban drásticamente la capacidad de los indocumentados para solicitar asilo en Estados Unidos si residían o viajaban a través de otras naciones antes de llegar aquí.
Un asesor demócrata (mismo partido de Biden) describió a la situación como una “verdadera contradicción”.
“Ves al presidente destacando cuántos refugiados aceptó Polonia, y luego, el mismo día, hay una implementación para reducir de manera muy activa la cantidad de personas que incluso pueden acceder a nuestro sistema de asilo”, afirmó la fuente que prefirió permanecer en el anonimato.
Defensores de los inmigrantes y legisladores demócratas condenaron la nueva normativa, como los miembros de la Cámara de Representantes Jerry Nadler y Pramila Jayapal.
En una declaración conjunta los congresistas afirmaron que estaban “profundamente decepcionados con la propuesta de la administración Biden de limitar el acceso al asilo”, pues la capacidad de solicitar ese proceder “es un principio fundamental protegido por la ley federal y nunca debe violarse”.
Para Krish O’Mara Vignarajah, presidenta del Servicio Luterano de Inmigración y Refugiados, “esta regla llega al basurero de la historia para resucitar una de las políticas contra el asilo más dañinas e ilegales de la administración Trump”.
Ya antes para gestionar la frontera el Gobierno de Biden empleó la orden fronteriza conocida como Título 42, también heredada de su predecesor, que permite desde marzo de 2020 expulsar a los indocumentados y fue criticada por su aplicación de manera selectiva.
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