Extraído de la planta de el Xiquilite (Jiquilite), el producto de color azul es conocido desde la etapa de la civilización maya cuando era usado en rituales, para decorar cerámicas y pintar.
El colorante natural, que se extrae mediante un proceso artesanal, destaca en la historia como el oro azul que tiñó de elegancia al mundo entero y fue fundamental en las exportaciones durante la etapa colonial, como fuente de ingresos principal que cedió su lugar al café.
Esta semana la Comisión de Cultura y Educación emitió un dictamen que oficializa la celebración del producto también conocido como índigo y que según sus miembros es «justo reconocimiento a las personas que se dedican a su producción artesanal y comercialización”.
El panel, previo a la aprobación de la iniciativa, escuchó una explicación de representantes de la Cooperativa de Arte Añilero de RL, sobre la producción y el trabajo del añil que se desarrolla en distintos puntos del territorio nacional.
Necesitamos su apoyo para que este valioso producto no desaparezca. Aportamos a la cultura y tradiciones del país, dijo Moisés Bolaños, representante de la cooperativa.
La comisión llevará a la próxima sesión plenaria el dictamen favorable y el proyecto de decreto que fijará el 6 de septiembre como fecha de la festividad.
Esa aprobación, además, será un reconocimiento a los que hacen del producto algo esencial en las tradiciones y el comercio de la nación, como en Chalatenango, donde se celebra todos los 1 de noviembre una feria para destacar el uso y la elaboración del colorante.
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