Las autoridades locales detallaron que los cuerpos sin vida estaban entre los escombros y los únicos seis sobrevivientes rescatados hasta ahora, siguen hospitalizados por presentar lesiones múltiples.
Más de 900 profesionales con maquinaria pesada, perros y drones trabajan con celeridad en la búsqueda de los individuos sepultados desde hace más de 48 horas dentro de la cantera, pero las labores se dificultan por las condiciones geográficas de la zona.
Ese yacimiento está en Alxa, una localidad situada en un valle de la región autónoma de Mongolia Interior (norte) y propensa a grandes deslaves, como el ocurrido el miércoles en la noche y que añadió más capas de roca y tierra sobre la mina.
El presidente chino, Xi Jinping, urgió esfuerzos redoblados para hallar con vida a la mayor cantidad de los obreros, proteger los bienes y la estabilidad social.
El gobierno local citó a la empresa a cargo del yacimiento y la multó por violación de muchas normas de seguridad, mientras la policía detuvo a quienes consideran responsables de la tragedia y abrió una investigación sobre sus causas.
China en 2022 lanzó una campaña para supervisar los sistemas de seguridad en todas las minas del país y comprobar si cumplen con las medidas de protección a sus empleados y la prevención de explosiones, derrumbes y otros sucesos letales, que son recurrentes y siempre dejan alto saldo mortal.
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