Dentro de unas horas aquí se pagará un 6.19 por ciento más por la nafta y un 6.9 por ciento por el supergás de combustión automotriz y en la empresa suministradora de electricidad la subida será de un promedio del cinco por ciento y para el abastecimiento de agua de un 6.5 por ciento.
También las telecomunicaciones experimentarán aumentos de precios, un 6.3 en telefonía móvil, del 9,5 para Internet, mientras para la telefonía básica residencial en descenso de consumidores se dispuso por excepción una disminución de tarifa de un 5.2 por ciento.
Este es el segundo aumento de tarifas públicas en menos de un año de gobierno de coalición de derecha fraguado por los artífices de las medidas económicas, el director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, Isaac Alfie, y la ministra de Finanzas, Azucena Arbeleche.
Tan pronto un comunicado de la Presidencia informó de lo que viene para el año nuevo, las reacciones de referentes de la oposición y de organizaciones se plasmaron en las redes sociales.
El ex subsecretario de Economía y Finanzas Pablo Ferreri escribió que con lo anunciado el gobierno incumple groseramente su promesa electoral, además de que en casi todos los casos los aumentos serán por encima de la inflación.
Enfatizó en particular la inconveniencia del aumento de tarifa del servicio de internet, que en una pandemia como la de Covid-19 se puede catalogar de esencial por los datos que proporciona, y para la opción del teletrabajo en domicilio que eluda contagios.
“Lo más preocupante es cómo se deterioran los salarios en relación a las tarifas; los trabajadores vamos a destinar una mayor parte de nuestro salario a las mismas, subrayó el experto dirigente del Frente Amplio.
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