Según fragmentos de la motivación de la sentencia publicados por varios medios, la actuación de la jefa del gobierno municipal de la ciudad capital de la región de Piamonte en la organización del evento donde aconteció la tragedia, fue imprudente y negligente.
En opinión de la jueza, el hecho era previsible y por tanto la alcaldesa pudo y debió adoptar las medidas necesarias para evitarlo o, en todo caso, ‘contrarrestar sus nefastas consecuencias de la mejor manera posible’.
La alteración del orden acaeció el 3 de junio de 2017 en la céntrica plaza turinesa de San Carlo, donde unos 30 mil espectadores seguían la transmisión televisiva del partido final de la Liga de Campeones de la UEFA entre el Real Madrid y la Juventus.
Como autores directos de la estampida, en la cual dos personas murieron y otras mil 672 resultaron heridas, fueron condenados antes a 10 años de cárcel cuatro individuos infiltrados en la multitud quienes, con el propósito de robar, recurrieron a la aspersión de gas pimienta y desataron el pánico.
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