Así lo confirmó el mandatario en una entrevista con el canal de televisión ABC News, en medio de presiones de Kiev para obtener esas naves de guerra de fabricación norteamericana, indicó el diario The Hill.
“Lo descarto por ahora”, enfatizó el gobernante, y agregó que no había justificación en este momento para facilitar los aviones.
A principios de esta semana el mandatario estadounidense hizo una visita calificada aquí de “sorpresiva” a Kiev, y aprovechó para regalar otros 500 millones de dólares en supuesta ayuda para esa nación de Europa.
También adelantó que en esta semana su Gobierno daría a conocer sanciones adicionales contra élites y empresas vinculadas con Moscú, lo cual finalmente hizo la víspera.
Varias voces criticaron el periplo de Biden y dijeron que desatiende problemas domésticos, como la crisis migratoria y la seguridad nacional, para ir a pregonar su presunta preocupación por los ucranianos.
Además ese movimiento ocurrió en un contexto en que el presidente es cuestionado por la cantidad de apoyo prestado a Ucrania y algunos piden a la Casa Blanca que presente un camino claro para el final de las tensiones.
Hace un año, el 24 de febrero de 2022, comenzó la operación militar especial rusa en suelo ucraniano tras la petición de ayuda de los líderes de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, reconocidas por el Kremlin, y que durante ocho años sufrieron persecuciones y genocidio por parte del gobierno central.
Washington comprometió más de 27 mil millones de dólares en la supuesta ayuda militar a Kiev, lo cual, según Moscú, en realidad lo que logra es prolongar la confrontación.
Medios denunciaron que Estados Unidos y sus aliados proporcionan asistencia a Ucrania mientras están interesados en utilizar los vastos recursos de titanio de ese territorio, considerado clave para el desarrollo de la tecnología militar.
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