Según el Palacio del Elíseo, los dirigentes conversaron por teléfono, diálogo en el cual el jefe de Estado galo adelantó su intención de actuar junto con ‘los socios’ en función de lograr lo antes posible el retorno de la calma y la paz, tras confrontaciones que estallaron en la ocupada Jerusalén Oriental, con la peor parte para los palestinos.
Macron expresó a Abbas preocupación por la violencia en la región y le manifestó condolencias por la muerte de civiles durante ‘las operaciones militares y los enfrentamientos en curso con Israel’.
En ese sentido, el reporte oficial de la conversación no refleja condena del mandatario francés a los bombardeos y los crímenes de los ocupantes, pero sí al lanzamiento de cohetes reivindicado por Hamas desde Gaza hacia el vecino país.
Sectores progresistas y de solidaridad reclaman a París una postura firme de repudio a las acciones israelíes, más allá de su apoyo a la solución de los dos Estados, una salida que consideran improbable en medio el impulso de Tel Aviv a la colonización de Cisjordania mediante asentamientos y a la agresividad en los sitios sagrados de Jerusalén Oriental.
La víspera, decenas de personas se dirigieron en esta capital a las inmediaciones de la Cancillería para exigir la condena a la violencia desatada contra Gaza, movilización apoyada por fuerzas políticas como La Francia Insumisa y el Partido Comunista.
La Prefectura de París no autorizó la protesta y también negó el permiso a otras convocadas para el fin de semana en respaldo al pueblo palestino, negativa argumentada por el Ministerio del Interior con ‘los graves problemas de orden público de 2014’.
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