Durante una conferencia de prensa, celebrada a los pies de la monumental obra, Eissa detalló que el corredor está ubicado en la cara norte y tiene 2,1 metros de ancho.
La galería está localizada en la zona en la que los expertos hallaron hace unos años una cavidad, aún sin explorar.
Eissa destacó la importancia del hallazgo, pues permitirá un mejor conocimiento de la llamada Gran Pirámide, al ser la más alta del país y de las nueve levantadas en la necrópolis de Giza, en la zona oriental de esta capital.
Toma el nombre del faraón Keops (o Kufru), quien ordenó su construcción, y es la más reconocida del conjunto junto a otras dos de su hijo y nieto, Kefrén y Micerino, respectivamente.
El descubrimiento forma parte de un proyecto iniciado en 2015, en el que participan universidades estadounidenses, francesas, alemanas, japonesas, canadienses y egipcias, así como el Ministerio de Turismo y el Consejo Supremo de Antigüedades de este país.
Todos bajo la supervisión de un comité científico y arqueológico internacional presidido por el afamado egiptólogo Zahi Hawass.
Hani Helal, exministro de Educación Superior y miembro del equipo, detalló que se utilizaron cinco técnicas no destructivas para explorar la cara norte de la pirámide: la simulación infrarroja y en 3D, muografía, georadar y ultrasonido.
Estamos seguros de que hay un gran hueco encima de la gran galería, expresó Helal, quien resaltó que es la primera estructura interna de importancia localizada en la Gran Pirámide desde el siglo XIX.
Keops fue el segundo faraón de la Cuarta Dinastía, que en su conjunto gobernó Egipto del 2613 a.n.e. hasta el 2494 a.n.e.
Con una altura inicial de 146,6 metros (aunque ahora mide 138,5 metros), la Gran Pirámide fue la estructura artificial más alta del mundo durante más de 3800 años, hasta bien entrado el siglo XIV, y es la única de las siete maravillas de la antigüedad aún en pie.
Según cálculos, para levantarla se usaron 2,3 millones de bloques y tiene un peso total de seis millones de toneladas.
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