La muestra, abierta al público hasta el 21 de mayo, incluye más de 70 de los mejores retratos de la artista, quien se consideraba “una coleccionista de almas” y es calificada como un nombre fundamental de la pintura figurativa a nivel mundial, desde tiempos en que pocos creadores apostaban por ella.
Con una obra de marcado carácter social, se destacó por tratar en sus lienzos la vida de las personas más marginadas y utilizar como modelos a trabajadores de la construcción, niños negros, puertorriqueños, mujeres embarazadas, entre otros.
Según la crítica especializada, fue una “artista maldita”; por su militancia en las filas del Partido Comunista de Estados Unidos, motivo de investigación por el Buró de Investigaciones Federales de ese país.
No obstante, en años recientes su figura y obra han sido recuperadas y colocadas en el lugar que merecen.
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