El pacto se estableció en el contexto del Día Mundial de la Obesidad que se celebró la víspera, y México que tiene una población importante de personas con sobrepeso, se sumó de esa manera a esfuerzos de los sectores en varios países involucrados para implementar acciones desde una perspectiva multidisciplinaria.
En un foro que concluye este domingo organizado por el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) en colaboración con otras instituciones del sector, el director general, Eduardo Lazcano, dijo que con la alianza se fortalecerá la promoción de la salud y las acciones libres de la interferencia de la industria comercializadora de productos nocivos.
Asimismo, será un espacio para la colaboración entre sociedades nacionales e internacionales.
Informó que cerca de 800 millones de personas a nivel global sufren esta condición mórbida y la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición señala que cerca de 50 millones de personas adultas en México presentan sobrepeso u obesidad.
El director general del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades, Ruy López Ridaura, subrayó que durante esta administración se impulsó la política pública del etiquetado, que dio paso a otras medidas regulatorias como la eliminación de ácidos grasos trans.
Adelantó que las iniciativas de Entornos Escolares y de Ley General de Alimentación Saludable están en fase final de aprobación en el poder Legislativo; es previsible que esta administración termine con leyes que hacen hincapié en la necesidad de la protección del conflicto de interés, pieza clave para cualquier política pública.
López Ridaura puntualizó que para el gobierno y la sociedad es claro que el problema de la obesidad no se controla sólo con recomendaciones y orientaciones; es necesario contar con medidas regulatorias fuertes, debido a que la industria tiene interés en que el statu quo no cambie.
La evidencia científica refiere que existen determinantes que afectan los componentes de los sistemas alimentarios; entre ellos, las cadenas de distribución y los ambientes alimentarios.
La asesora de la Organización Panamericana de la Salud y de la Organización Mundial de la Salud, Vivían Pérez Jiménez, señaló que la epidemia de sobrepeso y obesidad es un problema de salud pública mundial y el principal factor de riesgo para desarrollar enfermedades crónicas no transmisibles, como los padecimientos cardiovasculares, diabetes, hipertensión y algunos tipos de cáncer.
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