El exministro de Antigüedades y profesor de Egiptología en la Universidad de Ain Shams, Mamdouh El Damaty, explicó que la pieza fue desenterrada donde en el pasado se levantaba un templo dedicado al dios Horus, que formó parte del recinto.
Los restos del santuario están tallados en piedra caliza y consisten en una plataforma de dos niveles con fundaciones y una rampa, precisó.
Es una esfinge bellamente tallada con una cara sonriente y dos hoyuelos, subrayó El-Damaty, quien señaló que podría pertenecer al emperador romano Claudio.
En ese sentido, destacó que debajo de ella se descubrió una estela romana escrita en demótico y jeroglífico.
Ubicado a cinco kilómetros al sur de la ciudad de Qena, el Templo de Dendera es uno de los mejores conservados del Antiguo Egipto y contiene edificaciones de diversas épocas de los faraones y romana.
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