De acuerdo con la profesora Nelva Reyes, de la Central General Autónoma de Trabajadores de Panamá, es vital ese apoyo a las mujeres que son cabeza de hogar, porque son ellas quienes garantizan la alimentación y educación de sus hijos.
En sentido denunció que para conseguir una plaza en el mercado laboral se les solicite una prueba de embarazo y certificado de salpingectomía, tanto en el sector público como privado.
Reyes explicó al canal de noticias TVN que estas situaciones se dan porque ha habido una discriminación sistemática, cuando la toma de decisiones la cubren los hombres.
A su juicio, en el istmo las mujeres enfrentan tres grandes retos que son el acceso a trabajos y salarios dignos; la violencia y el femicidio; y mejores oportunidades de educación, sobre todo en los sectores indígenas, campesinos y pobres del país.
En ese sentido, abogó por impulsar políticas públicas de prevención de violencia contra la mujer, además de establecer campañas que alerten sobre el flagelo.
Por su parte, la exdiputada y excandidata presidencial independiente en 2019, Ana Matilde Gómez, señaló la importancia de la participación de la mujer en la política, para hacerse visible en cantidad y calidad, sobre todo en lo que puede aportar al desarrollo nacional, como instrumento de transformación.
Según estadísticas oficiales, en Panamá el 50.4 por ciento de la población son mujeres, pero cuando vemos la participación de las mismas en los cargos de toma de decisiones, ya sea por elección popular o designación, se puede observar una marcada desigualdad, aseveró.
Un estudio del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD-Panamá), precisa que la media regional de mujeres dentro de los puestos de toma de decisiones es de 28.5 por ciento, pero en Panamá solo ocupaban un 25 por ciento.
Según TVN, desde 1945, cuando en la nación canalera se abren las puertas al voto femenino, unas 58 mujeres han logrado ocupar curules en el Órgano Legislativo Actualmente hay 17 mujeres de 71 diputados.
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