Desde ayer, un altar en homenaje a las víctimas del incendio en el Hogar Seguro Virgen de la Asunción sirve de punto de encuentro en la capitalina Plaza de la Constitución para recordar al Estado la tragedia y reclamar el inicio de un juicio que la defensa de los acusados retarda.
Fue un 8 de marzo, cuando el fuego consumió parte del centro supuestamente de protección para la niñez y murieron allí 41 niñas y adolescentes.
Otras 15 más sobrevivieron con graves secuelas sicológicas y físicas, al no escuchar los llamados de quienes fueron encerradas en una pequeña aula, tras su fuga para evadir las condiciones inhumanas del lugar.
En el pequeño círculo en un área de la Plaza de la Constitución están colocadas las cruces con los nombres de las víctimas y una gigantesca manta recuerda a todos que «No fue el fuego, fue el Estado», una consigna que cada 8 de marzo enarbolan colectivos feministas.
Las guatemaltecas no tienen mucho que celebrar en su día en tanto una de cada cuatro muertes violentas en 2022 fue por femicidio, un flagelo que continúa con altos índices pese a que en los últimos 14 años existe una normativa para combatirlo, al igual que otras formas de violencia.
Sin embargo, esta se queda corta, de acuerdo con un informe especial para la fecha del Grupo de Apoyo Mutuo, pues llama la atención que sean tantos los casos en que se concreta el crimen, a pesar de las denuncias previas y oportunas en busca de ayuda.
«Esos mecanismos de protección tienen que ser más eficaces y las mujeres deben sentir que realmente hay un sistema legal que trabaja y opera para brindarles protección y auxilio», alertó un editorial del vespertino La Hora, titulado «El odioso femicidio», una figura que se utiliza sin tener en cuenta su fin original.
Para paliar esta situación, el presidente Alejandro Giammattei firmó este miércoles el reglamento para la búsqueda inmediata de las mujeres desaparecidas, después de siete años de existir la ley, una acción que catalogó como logro de su Gobierno.
Desde el Ejecutivo y el poder público, los invitados al acto destacaron la existencia de la línea 1572, la alerta Isabel-Claudina, la línea de atención de niñas y adolescentes embarazadas, botón de pánico, el portal Ayuda GT y el Observatorio de la Mujer.
No obstante, en la calle y redes sociales, las mujeres recordaron que estas no son suficientes para detener años de una cultura machista, violencia intrafamiliar y discriminación social y laboral.
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