Estudiantes y profesores, médicos, jueces, veteranos del Ejército, trabajadores agrícolas y de empresas tecnológicas, entre otros sectores, marcharon en numerosas concentraciones a lo largo y ancho de esta nación para patentizar su rechazo al proyecto, que ya dio sus primeros pasos en la Knesset (Parlamento).
Una de las concentraciones se dirigió hacia el Aeropuerto Internacional Ben Gurion, el más importante de Israel, y otras hacia las viviendas de los ministros de Economía, Nir Barkat, y de Justicia, Yariv Levin, en las ciudades de Jerusalén y Modiin, respectivamente.
Según la propuesta de este último, la reforma restringiría la capacidad del Tribunal Supremo para rechazar leyes debido a la llamada cláusula de anulación, que permitiría al Legislativo volver a legislar normativas impugnadas por ese órgano.
También le daría al Ejecutivo control total sobre la selección de jueces, evitaría que la corte use una prueba de razonabilidad para juzgar una legislación y las decisiones gubernamentales, y permitiría a los ministros designar a sus propios asesores legales.
Más de tres mil policías fueron movilizados para vigilar las protestas, en medio de temores por los llamados del titular de Seguridad Nacional, el ultraderechista Itamar Ben Gvir, a emplear la fuerza contra cualquier alborotador.
En ese sentido, el comisionado del cuerpo, Yaakov Shabtai, advirtió que no habrá tolerancia ante los disturbios ni se permitirán bloqueos de carreteras no autorizados.
Medios de prensa nacionales reportaron el cierre de numerosas calles y carreteras en el país por las masivas manifestaciones.
La ruta marítima hacia el norteño puerto de Haifa quedó totalmente bloqueada esta mañana por la flotilla de la organización Marineros para Salvar la Democracia.
La versión electrónica del diario The Jerusalem Post informó que cinco reservistas fueron arrestados hace unas horas tras colocar sacos de arena frente al edifico del tanque pensante conservador Kohelet Policy Forum.
Los activistas criticaron a ese foro por sus posturas de extrema derecha “para hacer realidad su visión de una dictadura mesiánica, un oscuro estado religioso con apartheid y anexión de los territorios” palestinos.
Es un deber cívico oponerse a la dictadura, anunciaron los organizadores del Día de la Resistencia.
Estudiantes de las universidades de Tel Aviv, la Hebrea de Jerusalén, Bar Ilan, Haifa y del Instituto Tecnológico se sumaron a las marchas.
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