Wang Yi, director de Asuntos Exteriores del Comité Central del Partido Comunista de China, dijo a periodistas que las pláticas celebradas desde el lunes pasado en Beijing son un logro significativo y una noticia excelente para un mundo sumido en la incertidumbre.
A su juicio, los resultados de esas negociaciones envían una clara señal sobre como las crisis en distintas partes del planeta, incluido la de Ucrania, pueden solucionarse si se manejan de forma apropiada.
“No importa cuán complicados o espinosos sean los asuntos, si cada parte mantiene el espíritu del respeto mutuo y el diálogo como iguales, pueden alcanzar un consenso”, indicó el también consejero de Estado, al saludar a Teherán y Riad por abrir las puertas a la paz en Medio Oriente.
Asimismo, ratificó la voluntad de China a jugar un rol constructivo en los intercambios de ambos gobiernos y subrayó que al acoger esas conversaciones de paz, el gigante asiático aplica su iniciativa de seguridad global y cumple con la responsabilidad como potencia.
Este viernes Irán y Arabia Saudita cerraron una semana de diálogo en Beijing con el anuncio del restablecimiento de relaciones diplomáticas y la decisión de reabrir embajadas.
También acordaron respetar la soberanía de los Estados, no interferir en asuntos internos y reactivar tanto un acuerdo de cooperación en materia de seguridad firmado en 2001, como otro de 1998 para promover los lazos en los ámbitos económico, comercial, de inversión, técnico, científico, cultural, deportivo y de la juventud.
Los nexos entre esos territorios se rompieron en 2016.
China acogió sus negociaciones de paz luego que el presidente Xi Jinping en diciembre pasado se reunió con el rey Salman bin Abdulaziz Al Saud cuando viajó a Arabia Saudita y después recibió aquí a su homologo de Irán, Ebrahim Raisi, a mediados de febrero.
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