La consagración del también llamado Señor Sepultado de Santo Domingo se considera uno de los eventos más importantes de la religiosidad guatemalteca, según el historiador Miguel Ángel Álvarez.
Sale en procesión desde 1595 y ostenta la condición de ser uno de los cortejos más antiguos del país.
Este sábado, el Cristo del Amor tuvo momentos cruciales al paso por la iglesia de El Calvario, en la 18 calle, y en el Arco de Correos, sobre la 12 calle entre 7ª y 8ª avenida de esta capital.
También fue recibido con quema de cohetes y repique de campanas al llegar a la Catedral Metropolitana, donde la imagen ingresó al templo y el arzobispo metropolitano Gonzalo de Villa ofició una misa.
Las tradicionales alfombras de aserrín adornaron las calles y varias generaciones de cargadores cumplieron su turno en la carga del anda, una devoción que se hereda.
El 26 de febrero de este año, la Unesco oficializó a la Semana Santa de Guatemala como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en un acto en la capitalina Plaza de la Constitución.
El reconocimiento al legado espiritual y cultural es un nuevo estímulo para las procesiones de cuaresma y las próximas celebraciones de la Semana Mayor del 2 al 9 de abril.
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