Said Abu Ali, subsecretario general para Asuntos de Palestina y de los Territorios Árabes Ocupados de esa institución regional, denunció en un comunicado la decisión de la Knesset (Parlamento israelí) de aprobar en primera lectura la iniciativa.
Esa norma forma parte de una estrategia colonial, que incluye la incautación de más tierras, la legalización de asentamientos, la demolición de viviendas palestinas y el desplazamiento de la población árabe, criticó.
El funcionario advirtió a Tel Aviv por estas políticas agresivas e instó a la comunidad internacional, en especial al Consejo de Seguridad de la ONU, a asumir sus responsabilidades en el mantenimiento de la paz y la seguridad regional.
El Ministerio de Relaciones Exteriores y Expatriados palestino también denunció ayer la votación en la Knesset al señalar es un nuevo paso en el camino hacia la legalización de muchos puestos de avanzada ubicados en esa región.
Aunque la ONU y el mundo consideran ilegales todas las colonias israelíes en la Ribera Occidental y Jerusalén oriental, las autoridades de Tel Aviv distinguen entre las autorizadas y las que no.
La mayoría de los puestos de avanzada, gérmenes de futuros asentamientos, son erigidos por sectores y grupos ultraderechistas sin el consentimiento del Gobierno, lo cual causó enfrentamientos en el pasado.
Respaldada por el entonces primer ministro Ariel Sharon, la Ley de Desconexión supuso el desmantelamiento de cuatro colonias en la región septentrional de la Ribera Occidental y la evacuación de los asentamientos en la franja de Gaza.
Sin embargo, ahora la coalición ultraderechista en el poder, encabezada por Benjamin Netanyahu, quiere enterrar esa normativa.
El plan cuenta con el respaldo de la bancada gubernamental y partidos de derecha de la oposición, por lo cual se da por descontada su aprobación.
oda/rob