Con el desplome del segundo mayor banco de Suiza también retrocedió el índice europeo al anotar una caída del 6,0 por ciento como consecuencia de la persistente incertidumbre entre los inversores dentro del sector ocasionadas por el repentino colapso del Silicon Valley Bank.
A las pérdidas se suman grandes entidades estadounidenses como JP Morgan Chase, Citigroup y Bank of America que cedieron entre el 2,0 y el 4,0 por ciento. Unido a otros grupos financieros regionales que anotaron pérdidas en las operaciones previas a la apertura del mercado.
Entre ellos, el First Republic Bank operaba plano y sus pares Western Alliance Bancorp y PacWest Bancorp retrocedieron entre un dos y un 12 por ciento, respectivamente.
En opinión del presidente ejecutivo de BlackRock, Laurence Fink, el sector bancario regional estadounidense continúa en peligro, y pronosticó mayores niveles de inflación y en consecuencia más agresivas alzas de de las tasas de interés.
La situación financiera, dijo, es el «precio del dinero fácil».
Los rápidos y sucesivos aumentos de tasas presionaron a algunas empresas a la devolución o el servicio de los préstamos, y el incremento de las posibilidades de pérdidas para los prestamistas, preocupados también por una recesión.
En todo caso desde el anuncio de la quiebra del Silicon Valley, la mayor desde 2008, la banca mundial se encuentra en tensión debido a los temores de un efecto dominó para el resto de los entes financieros en el mundo y los mercados.
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