“Gardel es un emblema de la argentinidad y de toda Latinoamérica”, aseguró Basteiro al intervenir ante el alcalde de La Paz, Iván Arias, la gerente general de Laboratorios Bagó Bolivia, María René Centellas; embajadores y representantes diplomáticos de países latinoamericanos y de Palestina, así como intelectuales y otros invitados.
Recordó el diplomático argentino que este espacio citadino inaugurado en 1996 se deterioró por falta de un cuidado permanente, y ahora con el apoyo de Laboratorios Bagó y la Alcaldía Municipal se revitaliza no solo como plaza pública, sino como un espacio en que los amantes del tango se reúnan para bailar y cantar.
En relación con este género musical bailable, recordó que Argentina y Uruguay por encima de la vieja polémica sobre el lugar de nacimiento del “Zorzal criollo” se unieron y lograron que la Oficina de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura lo incluyera en su listado de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Basteiro se refirió a un mural del artista de la plástica Ramiro Massa dedicado a Gardel y develado por él junto con Arias y Centellas, y describió que tras la conquista del tercer título de su país en la Copa Mundial de Fútbol, el creador incorporó tres estrellas a la solapa del traje del bandoneonista que aparece junto al Morocho del Abasto.
Arias, por su parte, informó que la Carlos Gardel es la primera de una red de plazas que darán vida a la zona de Sopocachi y a la urbe paceña.
Durante la velada fueron desvelados también un busto de bronce de Gardel y placas en nombre de la Alcaldía y de la firma Bagó.
Parejas de bailadores de tango deleitaron a los asistentes al ritmo de obras interpretadas por la Banda Municipal Eduardo Caba, bandoneonistas y los cantantes Sofía Ayala y Mauricio Rosso.
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