En un mensaje enviado al encuentro virtual auspiciado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) por el Día Mundial de las Legumbres, el sumo pontífice recordó que muchas personas no pueden acceder a los recursos más básicos y carecen de alimentos sanos y suficientes.
El texto firmado por el secretario vaticano para las Relaciones con los Estados, monseñor Paul Richard Gallagher, fue leído por el Observador Permanente de la Santa Sede ante la FAO, monseñor Fernando Chica.
En estos momentos se ve como urgente la tarea de cultivar la tierra sin dañarla, de modo que podamos compartir sus frutos pensando no solo en nosotros mismos, sino también en las generaciones que nos sucederán, indicó Francisco.
Las legumbres, precisó, son un alimento noble con enorme potencial para reforzar la seguridad alimentaria a nivel mundial. Carecen de soberbia y no reflejan lujo, al tiempo que constituyen un componente esencial de las dietas saludables.
Se trata de alimentos simples y nutritivos que superan barreras geográficas, pertenencias sociales y culturas. Lentejas, porotos, arvejas o garbanzos se pueden encontrar en las mesas de muchas familias, ya que logran satisfacer variadas necesidades proteicas en nuestras dietas diarias, subrayó el papa.
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