De acuerdo con estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), las jornadas laborales de 55 horas o más a la semana aumentan los riesgos de presentar un accidente cerebrovascular (35 por ciento) y de fallecer a causa de una cardiopatía isquémica (17 por ciento), en comparación con un horario de 35 a 40 horas en ese mismo periodo de tiempo.
Resaltan que en 2016, por ejemplo, hubo 398 mil defunciones por accidente cerebrovascular y 347 mil por cardiopatía isquémica, cifras que fueron en aumento desde el año 2000.
Estos problemas de salud de origen laboral son más notorios en los hombres (que representan el 72 por ciento de las personas fallecidas por esta causa), en quienes viven en las regiones del Pacífico Occidental y de Asia sudoriental, y en los trabajadores de mediana edad o mayores.
La mayor parte de las defunciones registradas correspondieron a personas de entre 60 y 79 años que habían trabajado 55 horas o más a la semana cuando tenían entre 45 y 74, precisa el informe de la OMS y la OIT.
‘Ningún trabajo justifica exponerse al riesgo de sufrir un accidente cardiovascular o una cardiopatía isquémica. Los gobiernos, los empleadores y los trabajadores deben colaborar para poner límites a esta situación y proteger la salud de estos últimos’, afirmó el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.
Señaló que en el contexto actual por la pandemia de la Covid-19 el teletrabajo se ha normalizado en muchos sectores y la línea divisoria entre la jornada laboral y el tiempo de esparcimiento en el hogar se ha difuminado.
Además, muchas empresas redujeron o interrumpieron su actividad para ahorrar costos y los trabajadores que quedan en plantilla se ven obligados a ampliar su horario laboral, añadió.
Para proteger la salud de los trabajadores, la OMS y la OIT recomiendan que los gobiernos puedan introducir, aplicar y hacer cumplir leyes, reglamentos y políticas para prohibir las horas extraordinarias obligatorias y garantizar la limitación de los horarios laborales.
En ese sentido, indican que los convenios bipartitos o colectivos entre empleadores y asociaciones de trabajadores pueden flexibilizar estos horarios y fijar un máximo de horas laborables.
También los empleados podrían informar del número de horas que trabajan y estas no deben superar las 55 semanales.
Para este análisis se recopilaron datos de 37 estudios sobre cardiopatía isquémica que incluyeron a más de 768 mil participantes y 22 investigaciones sobre accidentes cerebrovasculares con casi 840 mil sujetos involucrados.
Asimismo, se utilizaron datos de más de dos mil 300 encuestas recogidas en 154 países entre 1970 y 2018.
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