En cuanto a las acciones de los bancos europeos se recuperan este lunes de una caída inicial, mientras la búsqueda de activos seguros parecía detenerse. Ello ocurre cuando los mercados sopesan las implicaciones para el sistema financiero del rescate de emergencia.
El domingo se conoció la intervención estatal más dramática desde la crisis financiera mundial de 2008, con la compra de Credit Suisse por parte de UBS por tres mil millones de francos (tres mil 200 millones de dólares), adquisición respaldada por promesas de financiación ilimitada de los principales bancos centrales del mundo.
Las acciones de los establecimientos financieros europeos cayeron inicialmente seis por ciento, mientras las de Credit Suisse se desplomaron 63 por ciento, y las de su comprador UBS, casi un 13 por ciento.
Sin embargo, a medida que los inversores asimilaban el apoyo y el ritmo, se inició una recuperación cuando Wall Street estaba a punto de abrir. Las acciones de los bancos cotizaron estables y tanto el STOXX 600 europeo como las acciones de UBS subieron uno por ciento.
El director de Inversiones de Close Brothers Asset Management, Robert Alster, comparó al Credit Suisse con el Lehman (Brothers), pero reconoció el problema en el sentido de buscar no cometer los mismos errores de quiebra.
En ese caso, el Banco Central Europeo, el Banco de Inglaterra y otros organismos son conscientes de cuáles son las próximas gacelas que cazarán los leones, dijo Alster, y agregó que otros grandes de inversión como Deutsche Bank, BNP en Francia o Barclays en el Reino Unido podrían estar en peligro.
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